Los suplementos o complementos alimenticios son vitaminas, minerales, plantas o fitoterapia, aminoácidos, ácidos grasos y otros componentes dietéticos.
Se pueden presentar en diferentes formatos y actualmente son una herramienta tanto a nivel preventivo como recurso de ayuda en diferentes patologías.
¿Por qué?
Simplemente parece ser útil y necesario. La humanidad ha sufrido constantes cambios al igual que la alimentación. Ahora el ser humano forma parte de una población totalmente industrializada que conlleva una separación considerable de lo rural, de lo natural, de lo “antiguo”. Y lo nuevo, sin haberse previsto, impacta negativamente en esos pequeños elementos nutricionales imprescindibles para la salud.
Quizás con un ejemplo se entienda mejor: El selenio, oligoelemento imprescindible para humanos, animales y plantas con cientos de funciones biológicas como:
Defensa contra el estrés oxidativo
Mantenimiento del estado rédox celular
Formación de hormonas tiroideas
Síntesis de ADN
Fertilidad y reproducción
Y encontrado en el aire, agua y suelo, es uno de los minerales más afectados.
La evidencia apoya que en espacios donde el suelo carece de selenio, el número de personas con enfermedades cardiovasculares y degenerativas es mayor.
¿Para quién son los suplementos?
Los suplementos se venden sin necesidad de receta médica en farmacias y herbolarios. Cada suplemento cuenta con una dosis recomendada, que, si individualizamos la situación de cada persona quizás pueda ser incluso menos de la que necesita.
Estas dosis están pautadas tras estudios poblacionales, por lo que las posibilidades de impacto negativo en el organismo parecen ser mínimas.
A pesar de la inmensidad de estudios que avalan en la actualidad la necesidad de la suplementación, sigue siendo bastante desconocida la óptima aplicación. No conocer diferentes opciones conlleva una merma en el abordaje sanitario.
¿Qué suplementos son lo más necesarios actualmente?
Pese a que el principio de la individualización debe ser lo primero en la suplementación, junto con la información y formación necesaria para llegar a conocer dosis y moléculas eficaces, algunos suplementos habituales son:
El magnesio (mg) relacionado con problemas cardiovasculares
Vitamina D3 (colecalciferol) utilizado como defensa inmunitaria y mayor absorción de calcio
Cúrcuma (tumeric, azafrán cimarrón, cúrcuma de la India) prevención de enfermedades degenerativas y potente antioxidante
Vitamina C (ácido ascórbico)
Omega 3 (grasa poliinsaturada).
Conclusión: la suplementación es una posible herramienta que, bien utilizada, representa un claro avance en el abordaje sanitario.
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